MásMóvil es el postor mejor posicionado para hacerse con Yoigo desde que el sábado su propietario, el grupo TeliaSonera, dejó de negociar en exclusiva con Zegona. A pesar de que el acuerdo parecía cerrado con Zegona, la incertidumbre fue creciendo por la falta de una oferta definitiva después de la puja inicial de 600 millones que finalmente no se ha confirmado. Pero, más allá de movimientos bursátiles, ¿cuáles son los propósitos de MásMóvil para realizar esta compra?

1. Querer ser el cuarto operador

Desde que Orange compro Jazztel en agosto de 2015, su puesto de cuarto operador de fijo y móvil en el mercado español ha quedado vacante. MásMóvil no sólo quiere ocupar esta posición, sino también retomar el papel ejercido por Jazztel como revulsivo del mercado frente a las tres compañías que controlan la mayoría del sector.

Con la compra de Yoigo, la cartera del operador amarillo pasaría de 1 a 4,3 millones de clientes. Si bien aún se encontraría lejos de la tercera posición, que actualmente ocupa Vodafone con 14,3 millones de contratos, pasaría a consolidarse como alternativa y tendría capacidad suficiente como para cuestionar la supremacía de Movistar, Vodafone y Orange.

La compra de Yoigo también puede beneficiar a MásMóvil en términos de publicidad. Dado que la popularidad del operador aún no es muy alta, podría favorecerse del uso de la marca Yoigo, lo que supondría todo un adelanto a nivel de inversión publicitaria y de posicionamiento. Este factor ya fue decisivo, por ejemplo, en la reapertura de Amena por parte de Orange en el 2012.

2. Consolidar sus tarifas combinadas

En mayo, MásMóvil comenzó a ofrecer servicio de Banda Ancha, tras haber comprado  a Orange parte de la fibra de Jazztel en agosto de 2015. Poco después, en octubre de ese mismo año, el operador amarillo llegó a un acuerdo con Orange para poder vender ADSL en toda España.

Desde el relanzamiento de sus ofertas, puso especial énfasis en las tarifas convergentes de Internet en casa, fijo y teléfono móvil, además a un precio de 36€, inferior al de sus competidores. MásMóvil es consciente de la importancia de las ofertas combinadas para competir con los grandes operadores, ya que se trata de la modalidad de tarifa que más crece en España. En el 2015, según datos de la Comisión Nacional para el Mercado y la Competencia (CNMC), el crecimiento fue del 150%, hasta alcanzar los 2,6 millones de clientes.

3. Conseguir una red propia

Actualmente, el operador cuenta con una red de banda ancha fija que alcanza a todo el país (20 millones de hogares) gracias al acuerdo firmado con Orange. La gran mayoría se trata de ADSL, dado que hoy en día apenas alcanza a 800.000 hogares con fibra óptica FTTH. Se trata aún de una red de poca envergadura comparada con los 14,3 millones de puntos de acceso de Movistar, pero planea extenderla hasta los 2,3 millones para el año 2018.

Esta incipiente red de fijo podría completarse con la red propia de móvil de Yoigo. En la actualidad, el operador de móvil tiene red 2G y 3G en todo el país y está expandiéndose también en la tecnología 4G, con la que tendrá un 85% de cobertura. 

4. Completar otras compras de MásMóvil

La compra de Yoigo sería el proceso culminante de una serie de compras realizadas por el operador amarillo. Hasta septiembre de 2014, cuando compró HappyMóvil , MásMóvil se había hecho con un total de 10 filiales telefónicas. En mayo de este año, compra Pepephone, un operador móvil virtual con 500.000 clientes. Este movimiento le costó 158 millones de euros pero le hizo alcanzar el millón de clientes. El uso de la red propia de Yoigo serviría a MásMóvil para reforzar esta compra y maximizar sus beneficios con las tarifas de datos móviles de alta descarga, con las que en la actualidad las OMVs no tienen grandes ganancias.

5. Eliminar un potencial competidor

Al comprar Yoigo, MásMóvil evitaría así el surgimiento de un nuevo operador que compitiera con él por el cuarto puesto. En julio de 2015, Zegona compró el operador asturiano Telecable por 640 millones. Adquiriendo Yoigo, el grupo británico de inversiones podría lanzar ofertas convergentes como las de MásMóvil y desplazar al operador amarillo en su papel de revulsivo del sector de la telefonía, algo que por supuesto quiere evitar.

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